Carmen Jiménez Recena, 22 años galardonada por el programa Erasmus+ 2018. Recibió una beca Erasmus para realizar prácticas durante mes y medio en Portugal.
¿Cómo te salió la Beca Erasmus+? ¿Destino?
Antes de empezar a estudiar el Ciclo Formativo de Grado Medio de Técnico en farmacia y parafarmacia en el Colegio Tres Olivos de Madrid, me hacía mucha ilusión hacer una movilidad Erasmus+ porque mi hermana mayor también lo había hecho.
En el segundo curso, que es cuando se hacen las prácticas de empresa, mis profesores y mi familia me apoyaron para que solicitara la beca. Era un reto para todos, porque soy una chica con Síndrome de Down.
Aunque podían realizarse en Irlanda, Italia y Portugal, me decidí por Portugal por cercanía y por tener un idioma más parecido al castellano. La farmacia estaba en Vila Nova de Famalicao cerca de Oporto, un pueblo muy bonito.
¿Por qué te eligieron?
El programa Erasmus+ tiene plazas reservadas para la movilidad de estudiantes con necesidades especiales y yo reúno los requisitos.
¿Cuáles fueron tus impresiones?
Ha sido una experiencia única tanto a nivel personal como profesional. Gracias a este programa de intercambio internacional he podido comprobar que soy capaz de conseguir mis sueños y demostrarme a mi misma y a los demás lo que puedo lograr sí se confía en nuestras potencialidades y contamos con los apoyos necesarios.
Me ha acompañado una asistente, Alba, que al final se ha convertido en una amiga. Me ayudó mucho para poder adaptarme sin dificultad a lo que supone vivir fuera de casa, en un país extranjero y empezar a trabajar en la farmacia. Creo que nos ha enriquecido a todo el grupo.
¿Qué fue lo que más te llamó la atención de esta experiencia?
Empezar a trabajar realmente y poner en práctica lo estudiado. También me he dado la oportunidad de convivir en una residencia con mis compañeros y jóvenes de otros países, compartir las tareas de limpieza, hacer la compra, cocinar, salir por las noches y sobre todo estar siempre con gente joven. Me gusta mucho la música y he descubierto los fados.
¿Se cumplieron tus expectativas con el idioma, la gente, el lugar?
Por supuesto, nos dieron unas clases de portugués básico en el colegio antes de irnos y en la farmacia siempre estaban hablándonos en portugués. Además allí mucha gente habla castellano y al final todos nos entendíamos. En la farmacia los compañeros eran muy amables y decían que cada vez hablaba y entendía más el portugués.
La zona es preciosa hice muchas excursiones (0porto, Braga, Guimaraes, Aveiro…) la comida es riquísima, lo que no me gustaba tanto eran los dulces porque tenían demasiado azúcar.
Creo que estas prácticas han servido al resto de personas con las que he trabajado para conocer y compartir de primera mano lo que supone trabajar con personas con discapacidad en entornos normalizados y comprobar que podemos aportar mucho a la sociedad. Creo que la diversidad nos enriquece a todos y nos hace mejores personas.
¿En qué has notado más el cambio al volver a Alcobendas?
Me ha felicitado mucha gente y hasta por las redes sociales, compañeros y amigos que se han enterado por el 7 días.
Desde que volví, me siento diferente, con más confianza en mí misma, más autónoma y sobre todo muy feliz por lo que he logrado. Toda mi familia, profesores y amigos se han alegrado mucho de la mención.
Además al iniciar la segunda parte de las prácticas en la farmacia Opticalia21 de Alcobendas iba mucho más tranquila y segura.
¿Qué piensas del programa Erasmus+ en general?
Qué es un gran acierto porque nos permite conocer otros países, culturas, completar nuestros estudios y sobre todo mejora las expectativas laborales.
¿Cuáles son tus próximos planes?
Sobre todo lograr un trabajo, terminar el Curso de Monitores de Ocio y tiempo libre, que se organiza desde Imagina y seguir estudiando inglés y viajar.