1-¿Una terapia es siempre larga?
Una terapia no necesariamente tiene que ser larga. Dependerá de muchos factores, como el tipo de problema o si hay más de uno, el tiempo que hace que se mantiene, la confianza en el cambio, la confianza en la psicología, la capacidad de introspección y la implicación de la persona en la terapia, entre otros.
Pueden haber muchos motivos de consulta. Algunos pueden ser dudas puntuales en algún tema (ej: laboral o de pareja) que con muy pocas sesiones se pueden resolver. Otros pueden formar parte de un trastorno psicopatológico y entonces su tratamiento puede ser largo.
Cuando decimos “largo” no nos referimos a una cuestión de años sino que con unos meses puede quedar resuelto.
2- ¿Es muy caro ir al psicólogo?
En general sí que supone un desembolso importante en la mayoría de centros y profesionales. Existen recursos públicos gratuitos y organizaciones que ofrecen precios populares o de bajo coste. La asesoría de IMAGINA es gratuita para los jóvenes de 14 a 35 años de Alcobendas
3- ¿Cuántas veces tengo que ir?
El número de sesiones dependerá de muchos factores. Normalmente hacemos una sesión a la semana durante el proceso de evaluación. En la fase de terapia dependerá de la interferencia del problema en la vida del paciente para aconsejar una sesión semanal o quincenal. En el 80% de los casos las sesiones son semanales.
4- ¿Cuánto dura una sesión?
La duración de una sesión, tanto de evaluación como de tratamiento, oscila entre 30 – 60 minutos, siendo habitual los 45 minutos.
5- ¿Sólo hablo yo en la terapia?
En general se establece un diálogo, pero dependerá de la problemática y de las características del paciente. En las sesiones de evaluación habla más el paciente y en el resto puede haber muchas sesiones en donde el psicólogo interviene más que el paciente.
6- ¿Es normal tener vergüenza por ir al psicólogo?
Es muy habitual. La mayoría de personas evitan ir al psicólogo a pesar de necesitarlo, ya que aún hay muchos prejuicios sociales. Aún está mal visto ir al psicólogo y mucha gente no explica que acude. En las primeras sesiones muchas personas están nerviosas porque sienten vergüenza por los motivos de consulta y por no ser capaces de resolverlos. Son errores importantes que se han de afrontar. Es importante plantar cara a los tabúes, aceptar la vergüenza y romper el hielo viniendo a la primera visita. La confianza con el psicólogo eliminará la vergüenza y la ansiedad en las siguientes visitas.
7- ¿Sólo se habla del pasado y de los traumas?
No se trabaja exclusivamente en el pasado, sino también en el presente y el futuro. A pesar de esto se necesitan evaluar muchos aspectos del pasado para entender pensamientos, emociones y conductas del presente y así poder modificarlas haciéndolas más adaptativas.
No es necesario que hayamos sufrido traumas para tener problemas psicológicos.
8- ¿Qué quiere decir orientación cognitivo-conductual?
Es una orientación dentro de la psicología. Parte del supuesto que los pensamientos son la base de nuestras emociones y conductas. Interviniendo en las creencias o en los esquemas cognitivos.
9- ¿Cuántas tendencias hay en la psicología?
La cognitivo-conductual, la Gestalt (o humanista), la terapia breve estratégica y las nuevas tendencias del psicoanálisis y terapias de tercera generación que acercan conceptos de entrenamiento de la mente, aceptación y manejo de las emociones.
10- ¿Cuál es la más adecuada?
Dependerá del problema que tenga y de las características de la persona. El profesional tendrá que adaptarse a la forma de trabajo que mas se adecue a la persona que tenemos delante, y así implementar las herramientas que le resulten más eficaces.
11- ¿Las personas podemos cambiar?
La personalidad es estable a lo largo del tiempo, sin embargo, podemos emprender un viaje de autoconocimiento y así ser capaces de conocer que aspectos de nosotros/as necesitamos reordenar y que otros solo conocer y aceptar.
12- ¿“Somos así” por genética o por aprendizaje?
Es la gran pregunta, una de las más frecuentes. Hay muchos aspectos genéticos, pero a pesar de eso, la psicología aporta estrategias para evitarlos y evitar que interfieran.
La mayoría de aspectos o rasgos de personalidad los hemos ido adquiriendo a través de la experiencia y de la inculcación de nuestra familia, amistades, entorno y cultura. Por lo tanto, creemos que somos una suma de hábitos adquiridos de pensamientos, emociones y conductas que interaccionan con los genéticos. Entonces, podemos desaprender los que nos perjudican y aprender de nuevos y más saludables.
13- ¿Puede haber recaídas?
Sí que se puede volver a recaer si la persona no ha automatizado y aprendido las estrategias enseñadas o si deja de practicarlas hasta que queden del todo fijadas.
14- ¿Qué diferencia hay entre un psicólogo y un psiquiatra?
La principal diferencia es que el psicólogo no puede recetar porque no es médico y el psiquiatra en cambio, sí. El psicólogo suele ser más experto en las terapias ante los trastornos mentales no severos. Mientras el psicólogo utiliza el diálogo y la reestructuración, el psiquiatra suele utilizar más la medicación para provocar la mejoría.
15- ¿He de tomar medicación?
Dependerá del grado de severidad o intensidad del problema o problemas.
16- ¿La terapia me puede cambiar la personalidad y hacerme ser diferente?
La terapia intenta cambiar los aspectos que la persona quiere y lucha por ellos, pero no cambia la estructura de la personalidad, ya que éste no es el objetivo de la persona ni de la terapia.
17- ¿Siempre tendré el mismo psicólogo?
Sí, esto es crucial. Sólo se podría producir un cambio de psicólogo en caso de que el paciente lo solicitara.
18- ¿La terapia es confidencial?
Uno de los deberes del ejercicio profesional es la confidencialidad de la relación entre paciente y profesional. La confidencialidad consiste en no difundir los datos del paciente en público o transmitirlos a terceros, sin el consentimiento del interesado.
19 – ¿El psicólogo me dirá lo que tengo que hacer?
No, el psicólogo no le dice al paciente lo que tiene que hacer, de la misma manera que no le dice lo que está bien o lo que esta mal. El psicólogo ayuda al paciente a descubrir que le bloquea, qué conductas le benefician, cuáles pueden alterarle pero, al final, es el paciente quien toma sus propias decisiones sin que el psicólogo imponga su criterio sino que aconseja pautas saludables, tareas para casa y comportamientos positivos. El psicólogo no es un juez, sino que entiende las dificultades que todo proceso de cambio conlleva y lo observa de forma objetiva. Pero no ejerce el rol de padre, ni madre, ni amigo. Es una persona orientada a la relación de ayuda.
20 – ¿Por qué algunos psicólogos cortan la sesión de repente?
Es importante que los pacientes sepan que, detrás de cada sesión, hay un trabajo previo, de preparación de la misma, con objetivos para esa sesión así como un trabajo posterior de repaso de la sesión, preparación de tareas para casa – en el caso de las orientaciones que las usan – y de diseño de la siguiente sesión. Los psicólogos que cortan de forma repentina es porque, han cumplido los objetivos, y el corte busca hacer una marcación de aquello trabajado que, de otra manera, no se podría hacer.
21-¿Los psicólogos anotan lo que dice el paciente o recuerdan todo?
Eso depende del terapeuta y su memoria. Hay psicólogos que prefieren anotar todo aquello que dice el paciente con lo cual se pierde el contacto visual, muy importante para aportar calidez en pacientes a los que les resulta difícil la relación terapéutica. Otros psicólogos prefieren realizar una grabación de voz de la sesión, por lo cual no tienen necesidad de realizar muchas anotaciones, no pierden el contacto visual y mejoran la calidez pero, en estos casos, deben empezar la sesión pidiendo permiso a los pacientes, especialmente, si es en una primera sesión para realizar la grabación. Si no les dan el permiso, la sesión no puede ser grabada. En caso de ser grabada, es preferible poder eliminar las grabaciones una vez traspasadas al medio adecuado que se vaya a usar para su almacenamiento.
Otros psicólogos pueden usar otros medios como la grabación en video de la sesión que, aunque era poco usada, va aumentando el número de profesionales que lo utilizan ya que en el estudio posterior de la sesión, no se pierden detalles ni de la comunicación verbal ni no verbal.